El futuro de Chile está en el Frente Social Cristiano
La historia deberá registrar que los evangélicos chilenos apoyaron mayoritaria y masivamente a José Antonio Kast candidato presidencial del Frente Social Cristiano, cierto, con la excepción del obispo, calificado por muchos como un operador político. Para los evangélicos chilenos Kast era el candidato cuasi perfecto, así que no tenían otra opción, han sido enseñados últimamente que no deben entregar su voto a un ateo y suscriptor de la ideología de género, a alguien que promete “laicidad y una verdadera separación Iglesia -Estado”.
Es cierto, la derrota de Kast fue inimaginable, nos ha golpeado con dolor, pero no tenemos que verla como el fin de la carrera política de José Antonio. JAK ha adquirido un capital político de más tres millones seiscientos mil votos, lidera a Republicanos un Partido político exitoso, que logró 14 diputados y un senador, y ha conformado junto al Partido Conservador Cristiano el Frente Social Cristiano, una coalición política, para nosotros virtuosa, porque releva el concepto cristiano en una sociedad cada vez más anticristiana y que pretende desplazar la fe evangélica del ámbito público.
El Partido Conservador Cristiano deberá disolverse por no haber cumplido los requisitos de obtener más del 5% de los votos y haber elegido al menos a tres parlamentarios, pero su Presidenta Antaris Varela ha declarado que volverán a refundarlo, con lo cual pueden seguir integrando el Frente Social Cristiano. El cristianismo de ser perseguido por el imperio romano durante los primeros siglos, que sufrió el sacrificó de más de dos millones de sus fieles, el año 313 logró ser legalizado, y en el año 380 pasó a ser la religión oficial del Estado.
El Presidente electo en su programa de gobierno, informa que en la Ley de Cultos asimilarán todas las tradiciones religiosas y espirituales, incluyendo las cosmovisiones de los pueblos originarios, con lo que pone a la Persona de Dios, a la misma altura con las expresiones panteístas, y que la ONAR dejará de privilegiar al credo evangélico en sus estructuras, (página 193). Estas acciones, más el aseguramiento de la laicidad en la administración pública para una verdadera separación de la Iglesia-Estado, traerá una especie de persecución, que el Frente Social Cristiano puede revertir en el próximo periodo.
Y no solo para la recuperación de la libertad religiosa, el desarrollo del país necesitará ser reactivado, son tantos los que han dicho que el programa del ganador, espantará las inversiones, liquidará las pymes y significará hambre para el país. Todos conocemos lo que ofrece Chile Vamos y hasta dónde puede sucumbir en materia valórica y cuánto tardar en dar apoyo económico a las familias necesitadas, entonces, llegará la hora del Frente Social Cristiano. El futuro de Chile está en el Frente Social Cristiano, así que pedimos a JAK y al PCC seguir fortaleciendo esta instancia de gobierno.