Evangélicos de Chile
Carlos Larraín, único senador que votó contra el AVP
Estos senadores votaron a favor del AVP
El 17 de noviembre nos toca votar a nosotros
El AVP es una “jugarreta política” que incumple la promesa
más relevante hecha a los evangélicos
Iglesia Católica(59%) e Iglesia Evangélica (18%) rechazan el proyecto (Adimark)
Al pueblo evangélico chileno se le hicieron 30 promesas, y la más relevante de todas es la número 30. La promesa número 30 es esta:
Fortalecimiento de la institución del matrimonio, cuya naturaleza y esencia es la unión entre un hombre y una mujer que se complementan para formar una familia.
Para nosotros los evangélicos hay una sola manera de cumplir esta promesa y es presentando un proyecto de ley que consagre constitucionalmente el matrimonio descrito en la promesa. El Ejecutivo también puede cumplir la promesa número 30 patrocinando y poniendo urgencia al proyecto de ley identificado en el Boletín Nº 7.458-07, sin embargo, ya han pasado treinta y seis meses de gobierno y la sagrada promesa no se ha cumplido y en contra de ella, el Ejecutivo ha presentado el proyecto de ley denominado Acuerdo de Vida en Pareja AVP, cuya consecuencia principal será destruir el matrimonio descrito en la promesa, ya que incluye a las parejas del mismo sexo.
Nosotros los evangélicos de Chile Cristiano, estamos convencidos que: “El AVP, Acuerdo de Vida en Pareja, es un proyecto de ley, que tiene el efecto de anestesiar a los chilenos, para que no les duela tanto la legalización del matrimonio homosexual. El AVP es una obra maestra, una estrategia intelectual de inteligencia superior, como diseñada por el mismo Antonio Gramsci, inexorablemente indispensable para una sociedad como la chilena, medularmente conservadora. El AVP es el matrimonio, como lo concibe la cultura y lo establecen las leyes, pero es el matrimonio homosexual, es el casamiento de personas del mismo sexo. Considere estas simples características y dedúzcalo usted mismo: El AVP es un contrato, no pueden contraerlo los casados, no pueden contraerlos los familiares cercanos, se hace en el Registro Civil y gozan de derechos y beneficios que se aplican a los cónyuges. El AVP se termina: Por muerte o declaración de muerte presunta de uno de los contratantes, por mutuo acuerdo, por voluntad unilateral y por declaración de nulidad. Al morir uno de ellos, el sobreviviente recibirá la última remuneración y la pensión de sobrevivencia. No está escrito en el Proyecto de Ley, pero obviamente los contrayentes del AVP podrán asimilar la cultura propia, es decir, uno de ellos puede ir con el vestido blanco, pueden besarse, el otro puede tomarlo en los brazos, el automóvil puede estar adornado y al partir tirar los tarros, pueden ir de luna de miel a cualquier hotel del país, en cuya Recepción no pueden discriminarlos, la fiesta puede ser televisada para todo el país y una vez concluida, serán trasladados para vivir en cualquiera de los condominios que existen en el país, incluso en el Condominio Padre Hurtado, o en el Condominio Los Templarios. La entrega de anillos, el vals, la copa de champagne, partir la torta, las fotografías con los invitados”
El Acuerdo de Vida en Pareja AVP, es una “jugarreta política” una triquiñuela. Lo que los gobiernos y los políticos progresistas pretenden, es legalizar el matrimonio homosexual. En nuestro país, la mayoría de las personas rechaza el matrimonio homosexual, entonces se disfraza la intención y se dice que el AVP es para solucionar los problemas jurídicos de las parejas heterosexuales y homosexuales, pero esto es mentira. La ley Nº 19.947 que establece una nueva normativa matrimonial, incluye el divorcio, así que todas las parejas heterosexuales tienen resueltos todos los problemas, basta que se divorcien y se casen de nuevo, y si no tienen dinero para pagar el trámite, pueden recurrir a las Corporaciones de Asistencia Judicial que los ayudarán gratuitamente. Si hay parejas de hecho que no han regularizado su situación, es porque no quieren hacerlo y es también porque el Estado de Chile ha administrado la nueva ley de matrimonio civil de la peor manera.
Los líderes nacionales de los evangélicos chilenos y las más altas autoridades de la Conferencia Episcopal Chilena rechazaron el AVP y nuestra oposición la explicaron magistralmente a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, cuando fueron recibidos. Si se insiste en continuar con la discusión de este proyecto, ahora serán los cuatro millones y medio de evangélicos y los millones de católicos sinceros de corazón, que se opondrán personalmente, votando exclusivamente a favor de los candidatos presidenciales y parlamentarios que rechacen el AVP, el próximo domingo 17 de noviembre en las elecciones generales.
Pero todavía queda un año y mantenemos la esperanza, que el Ejecutivo y la Alianza por Chile, cumplirán la promesa número 30.