Hey, Hinzpeter, judío bendito

Me enorgullece tenerte como Ministro del Interior y
Vicepresidente de la República.

 

 

Los que no quieren ser discriminados por orientación discriminan por religión, ya que en el momento en que el señor Ministro del Interior y Vicepresidente de la República don Rodrigo Hinzpeter entraba a la Posta Central para visitar, saludar y entregar el consuelo a nombre del gobierno de Chile a los padres del joven Daniel Zamudio, recién fallecido a consecuencia de los golpes criminales propinados por un grupo de salvajes que odian a los homosexuales , las personas allí congregadas le gritaron: “Judío de mierda”. Me impactó escuchar esta información y le pido respetuosamente a don Rodrigo escuchar mi grito: “Hey, Hinzpeter, judío bendito, me enorgullece tenerte como Ministro del Interior y Vicepresidente de la República de Chile”.


A los que no recuerdan o no saben, les explico que el concepto “judío” es equivalente a “cristiano”, “evangélico” “católico” “musulmán”, porque identifica al que sigue la religión judía, es decir, el judaísmo. A los ciudadanos del Estado de Israel se les dice israelíes y se puede decir, Estado Judío de Israel, porque el judaísmo es practicado por casi el ochenta por ciento de los habitantes de Israel. En Israel también hay gente de otras religiones, porque en Israel hay libertad de culto, al igual que en Chile.

 

Probablemente al señor ministro no le agrade mucho que este grito salga de la boca de un evangélico, porque conoce nuestra posición frente al proyecto de ley antidiscrimación que el promueve, pero quiero recordarle, que el Presidente de la República don Sebastián Piñera dijo, que él sería Presidente de todos los chilenos, por lo tanto, el gobierno es de todos los chilenos, es bueno recalcar este fundamento plantado al inicio del periodo, porque de repente, el gobierno pareciera pertenecer solo a un grupo de chilenos. Este mismo mensaje entrego a los canales de televisión, que hacen extensas entrevistas y latos debates sobre la discriminación, en donde se emiten epítetos fuertes contra los sectores conservadores, católicos y evangélicos, sin invitar a nadie a representarlo (al sector conservador).

 

En una dilatada entrevista hecha por el periodista Cristian Pino en el Canal 24 horas de Televisión Nacional de Chile, el señor Oscar Rementería vocero del Movilh trató de ignorantes a los evangélicos y el periodista ni se inmutó, no trato de suavizar, mucho menos dijo que invitaría a los evangélicos a entregar su opinión también, ¿no es Televisión Nacional de Chile el canal de todos? Lamentamos la tortura que produjo la muerte del joven Zamudio, es de esperar, que este crimen de odio, no quede impune y los responsables sean castigados. El mismo dolor sentí la vez anterior, cuando un grupo de jóvenes desalmados patearon hasta la muerte al pobre anciano que dormía en la calle. La orientación sexual, la pobreza, la religión judía, la religión evangélica que tengan los chilenos debe ser respetada. Nadie debe sufrir por su opción, situación, ni pertenencia religiosa.


En cuanto a las políticas públicas que se reclaman para educar el trato a las minorías sexuales, en el caso evangélico, no las necesitamos, porque nosotros hemos aprendido en la iglesia, que debemos amar a las almas que no conocen a Jesús e invitarlas con solicitud a venir al culto. El trato que dan los evangélicos es sincero, respetuoso y considerado. Los hermanos evangélicos visitan las cárceles y saludan a los reos como si fueran autoridades, visitan los hospitales y acarician, lavan y mudan a los enfermos terminales, personas sumamente pobres, como si fueran familiares. Las personas homosexuales que asisten a la iglesia evangélica, ¿Por qué se quedan en la congregación? Los drogadictos, ¿Por qué muchos de ellos llegan a ser predicadores? Los delincuentes ¿Por qué al poco tiempo usted los ve de afeitados, de corbata, estudiando la Biblia? Visite hace poco una congregación muy efusiva para alabar al Señor Jesús, todos sonrientes, cantaban fuerte, tenían su templo en una “toma” y se veían como chilenos emergentes, emprendedores, pastor local me confesaba, que todos eran ex delincuentes.


Señor ministro, es por amor al Dios de Israel, de Abraham, de Isaac y Jacob, es por amor a la Torá que rechazamos la homosexualidad. Señor ministro, es por coincidir entrañablemente con la Constitución Política de la República de Chile cuando dice: En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias. Señor ministro, es por escuchar a la Corte Suprema de Justicia de Chile, que ha dicho en cuatro oportunidades que esta ley no es necesaria, porque la discriminación está absolutamente prohibida en la Constitución y las leyes.