Carta abierta a los progresistas de Chile
El cardenal de la Iglesia Católica Jorge Medina ha dicho que el matrimonio homosexual es una atrocidad y el Obispo de la Iglesia Católica de Santiago ha afirmado que el matrimonio homosexual es aberrante. Ambos están equivocados con el concepto que usan, pero nosotros entendemos su cortesía, porque ellos hablan para todo el país. Para nosotros los evangélicos, el matrimonio homosexual, es como dice la biblia, una abominación, un extravío, una perversión (Levítico 18:22 y 20:13. Romanos 1: 24-26)
Aunque el progresismo es irreflexivo y al parecer nada lo detiene en su intento de lograr, a como de lugar, haya en Chile matrimonio homosexual (del tipo argentino), aborto (del tipo español) y eutanasia (del tipo holandés), de todos modos queremos hacerle llegar, con mucho respeto, el siguiente mensaje: Los evangélicos no lo permitiremos y se enardece nuestro corazón cuando oímos vuestras propuestas, y a partir de hoy nos preparamos diligentemente para defender y promover la palabra de Dios. Nosotros, que no tuvimos ninguna vacilación para levantarnos a las cuatro de la madrugada y llegar sigilosamente a reunirnos a las catacumbas, nosotros que no tuvimos ningún temor para entrar al circo y ser despedazados por los leones romanos, seguimos teniendo el mismo espíritu de la iglesia apostólica y lucharemos frontalmente contra vuestros proyectos de ley y los venceremos, así como en los primeros siglos, derrotamos a los romanos, el más poderoso imperio de la historia. Nosotros los evangélicos somos gente sencilla, no pasamos del C3, D y E, no hay entre nosotros políticos, empresarios, altos ejecutivos, artistas o deportistas famosos, pero nos enfrentaremos a las doctrinas progresistas, en el Nombre de Jehová Dios de los ejércitos, y la piedra de la Palabra se clavará en vuestras mentes.
No nos engañamos con el nombre de progresistas, sabemos lo que significa y lo que pretende; que la gente haga todo lo contrario a la voluntad de Dios. Dios aborrece el aborto, le es abominación el matrimonio homosexual y agradable es a sus ojos la muerte de todos sus santos, cuando él los llame a su presencia y nó cuando una Junta de médicos decida que hay que darle veneno, porque tiene una enfermedad terminal.
El Espíritu Santo revelo a su profeta, el amado y recordado obispo Manuel Umaña Salinas, que Chile será para Cristo. No será para Marx, ni lo será para vosotros. Chile es institucionalmente y seguirá siendo una copia felíz del Edén y no se manchará esa majestuosa montaña blanca que le dio por baluarte el Señor. Chile será un país cristiano, no progresista ni bolivariano, y logrará el más alto desarrollo económico de América latina, porque todos sus hijos trabajarán con el ahínco calvinista con que se construyó la ciudad de Dios en Ginebra y con la incomparable bendición con que los pilgrims fundaron al poderoso gigante del norte.
Estimados compatriotas progresistas, observen e investiguen como el evangelio de Cristo le ha traído prosperidad a millones de chilenos, hombres y mujeres pobres, abandonados, enfermos, destruidos psicológicamente, muchos alcohólicos, otros drogadictos que ahora son cristianos, trabajadores incansables, respetuosos de las autoridades, que luchan cada día por el crecimiento de sus iglesias, por el bienestar de sus familias, que aman entrañablemente a su país, que cada domingo copan cada rincón de nuestra tierra chilena para predicar al Dios que hizo el milagro en sus vidas, porque la misma bendición que han recibido, la quieren para cada chilena y chileno. No vallan a ellos con el aborto, el matrimonio homosexual y la eutanasia, porque aunque no los critiquen públicamente, en sus corazones les reprenden, porque los ven como agentes de Satanás.
Amigos progresistas, piensen en Jesús, lean el evangelio y únanse a las huestes del Señor. Los pastores evangélicos les recibirán con afecto en sus iglesias. No luchen en contra de Dios, porque vuestras propuestas son contrarias a las leyes de Dios y no serán bendecidos si lo hacen y no se engañen pensando que Dios no existe, porque más tarde que temprano, se presentarán ante su trono y darán cuenta de todos los talentos que han recibido.