Cristianos en Política: Los que ganaron y los que perdieron
Una mirada relativamente serena, a 48 horas de concluido los comicios

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En su reciente Declaración Pública los obispos “…llamaron al pueblo evangélico y a quienes comparten nuestros valores, a que el día 23 de octubre, concurran a las urnas, y apoyen con su voto a los candidatos a concejales y alcaldes evangélicos…”. Concluido el proceso eleccionario municipal el pueblo evangélico celebra, de los 110 candidatos evangélicos, alrededor del 25 % de ellos lograron alcanzar un cupo en el edificio consistorial, y el 75 % restante no lo lograron. La celebración evangélica se justifica, se trata de una victoria gloriosa, los nuestros ya entraron a jalar los hilos de la administración pública, y ésta, pronto será cooptada por una generación de talentosos jóvenes profesionales evangélicos.

En un próximo artículo esperamos reflexionar acerca de las visiones, estrategias y los métodos de campaña que usaron los candidatos ganadores, ahora nos aproximaremos a conocer las experiencias sufridas por los candidatos evangélicos perdedores, no de todas las comunas del país, sino de la comuna de Viña del Mar, donde nos toco competir. Alentamos a los candidatos evangélicos perdedores a sacudirse del espíritu de desencanto, la frustración y la indignación que les colma, para escribir sus experiencias, subirlas a las redes sociales y comentarlas, de manera que lleguen a ser conocidas por aquellos que postularán en el futuro, las próximas elecciones se realizarán el domingo 19 de noviembre para elegir diputados, senadores y Presidente de la República.

De los 75 candidatos que postularon al Concejo Municipal de Viña del Mar, cuatro eran evangélicos, pero solo uno hizo gala de su fe, dos nunca lo mencionaron y el otro se presentaba como pastor, aunque estaba en una lista de izquierda. Ninguno llegó a la meta, y la pregunta que salta a la mesa, es porqué, que pasó, que falló, que se hizo mal, pero antes de responder, sepamos que la comuna de Viña del Mar tiene 325.000 habitantes (Es la comuna más grande la Quinta Región) y de ellos, según datos del censo del año dos mil doce,  hay 36.000 evangélicos, agrupados en unas doscientas iglesias. Para los comentarios que pretende suscitar este artículo, resulta interesante conocer la percepción que los candidatos perdedores estampan en su epitafio político, leámos uno:

“Muchos hasta se vendieron por unas sucias monedas y lo puedo comprobar, han dejado el nombre de Cristo por el suelo, son falsos, incluso en Valparaíso, donde nuevamente el movimiento Homosexual, nos volvió a ganar y nos sacó otra vez su “concejal”, o “concejala”, teniendo el pueblo de Cristo a un representante en el Puerto apoyado, incluso por su Pastor; es una vergüenza. Pastores a quienes consideraba como amigos, no me quisieron apoyar, más aún , mintieron referente al motivo por el cual no me podían ayudar , y después aparecen apoyando a personas que se “hicieron cristianas” justo, en esta fecha, y esta los trata como “mi pastor” cuando nunca fueron a su iglesia, pero estaban respaldadas por personajes con dinero. ¡Vendidos! A todos aquellos les quiero advertir, que no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, más temprano que tarde, todo saldrá a la luz.”

En este artículo, siento hacerme cargo de la denuncia del candidato pastor. Como se les anunció a todos los pastores de la Unidad, que los Obispos evangélicos de Chile pedían que se votara por candidatos evangélicos, una candidata católica apoyada por un operador político evangélico, se presentó como evangélica, y cuando le preguntaban a qué iglesia asistía, respondía que a la Iglesia Adventista y cuando le preguntaban por el nombre de su pastor mencionaba a un pastor de la Corporación Iglesia Apostólica Pentecostal. La artimaña resultó, y logró el apoyo de todos los pastores del Ministerio Revelación del Siglo XXI. Tiene toda la razón el candidato pastor, y probablemente la falla estuvo en los Obispos Evangélicos de Chile, ya que no explicaron quien era un candidato evangélico. Un evangélico puede serlo desde el nacimiento como el caso mío, o puede serlo desde ayer, que se “convirtió al Señor”

En lo personal explico mi derrota de la siguiente manera, en sesenta días de campaña fui incapaz de contactar a todos los pastores, solo logré conversar con unos cien, me faltaron otros cien pastores. Ahora, los pastores a los que contacté, les enseñé mi currículum y les explique mis propuestas; Clases de religión evangélica en todas las escuelas y liceos municipales, y fortalecer el matrimonio entre un hombre y una mujer por medio de proponer ayudas y mejoras para las familias que viven en los campamentos. En Viña del Mar hay 81 campamentos y 6.207 familias, todas compuestas por un hombre, una mujer y los hijos. Ahora, yo entiendo que los pastores contactados no tuvieron oportunidad para entregar la información a sus congregaciones. En sesenta días de campaña, por más que me esforcé, solo logré la adhesión de 300 evangélicos viñamarinos, me faltó tiempo para visitar a los otros 35.700 hermanos. Pido disculpas.