Un gobierno para los chilenos
¿Cómo se atreven estos países europeos a decirnos lo que debemos hacer? ¿Qué se creen?

 

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Desatendiendo las solicitudes hechas por los senadores de la Alianza, por los líderes de la Iglesia Católica, líderes de las Iglesia Evangélica y otras organizaciones sociales, el gobierno se presentó ante al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para responder que aceptaba legalizar el aborto por las tres causas conocidas. ¿Porque los gobiernos chilenos corren a inclinarse ante estas instancias para decir que si, que aceptan sus recomendaciones abortistas, en vez de apresurarse para acceder a las peticiones del pueblo que gobiernan? ¿Quién elige a los gobiernos chilenos, los finlandeses, los belgas, los franceses, los alemanes? ¡Necesitamos un gobierno de nosotros y para nosotros! Necesitamos un gobierno que potencie nuestra cultura cristiana, que no humille al pueblo imponiendo las prácticas anticristianas de esas naciones. El gobierno debe conocer y respetar las arraigadas tradiciones espirituales de nuestra gente y defenderlas delante de los imperios y gobiernos extranjeros que quieran avasallarlas.

La Organización de las Naciones Unidas sustenta y promueve una concepción de la vida, la familia y la sociedad totalmente contraria a la nuestra, y el Consejo de Derechos Humanos dependiente de la misma ONU, es la organización más injusta, parcializada, arbitraria, desequilibrada, discriminatoria y odiosa que existe, nuestro gobierno debería desahuciarlo y no someterse a sus requerimientos, como lo ha hecho aquel país que es víctima de sus abusivas resoluciones. Este Consejo de Derechos Humanos es igual de tramposo que la Corte Internacional de Justicia de La Haya, si nuestro gobierno le reconoce competencia para conocer la demanda boliviana, hasta puede ser capaz de darles un pedazo de mar a Bolivia, al norte de la Isla de Pascua. Las naciones europeas que nos recomiendan sus barbaridades, ya no son cristianas, ni siquiera postcristianas, sino francamente anticristianas, por lo tanto, si ya no les importa la vida de los que están por nacer en sus propios países, menos les importa la vida de los nuestros. ¿Cómo se atreven estos países europeos a decirnos a nosotros lo que debemos hacer? ¿Qué se creen?.

Nosotros los evangélicos de Chile Cristiano, urgimos a nuestras autoridades para no acceder a las recomendaciones abortistas de las naciones europeas, si lo hacen, mañana les presionarán para aumentar las causales, hasta llegar a legalizar el aborto a todo evento, exigirán aplicar la eugenesia y si un bebito minusválido la esquiva, demandarán suministrar la eutanasia. Informamos a nuestras autoridades que las naciones europeas están persiguiendo a los cristianos, los multan, los despiden de los servicios públicos, los arrestan y los obligan a ocultar sus sentimientos cristianos. La intolerancia y la discriminación religiosa a los cristianos en Europa están llegando a los mismos niveles que cuando eran el Imperio Romano. Un informe del Observatorio sobre la intolerancia y la discriminación de los cristianos en Europa señala que: “Cristianos han sido arrestados y encarcelados por predicar contra las actividades homosexuales y que se han desatado episodios de vandalismo contra las iglesias y los cementerios. Estudios sugieren que el 85 por ciento de los crímenes de odio en Europa se cometen contra los cristianos”.

Estimo que detrás de estas recomendaciones de las naciones europeas, sigue vivo el apetito colonialista, ahora pretenden la colonización axiológica e imponernos sus valores progresistas como el aborto, la eugenesia, la eutanasia y el matrimonio homosexual, por ahora, mañana presionaran para legalizar el poliamor, la pedofilia y el incesto, porque ya hay movimientos en ese continente, pidiendo les sean reconocidas y legalizadas esas orientaciones sexuales. Convocamos a los cristianos en general, así como en el siglo diecinueve, los patriotas chilenos y latinoamericanos, se unieron, se esforzaron y lograron derrotar al poder colonialista de las naciones europeas, también ahora, nos levantemos y derrotemos sus ambiciones colonialistas axiológicas. Dios quiera, que en esta nueva guerra, por la independencia valórica, nuestras autoridades políticas, académicas y militares no se pongan del lado de los realistas, que no les teman, que no se dejen presionar, que les enseñen a respetarnos.