Virtuoso sistema de pensiones chileno: Fracaso y Recuperación
La falla estuvo en el anzuelo, ¿cómo ningún Chicago boy o Cuesco Cabrera darse cuenta?

 

 

 

El día lunes 4 de mayo de 1981, como a las diez de la mañana, llegó a la oficina donde trabajaba, un agente del nuevo sistema previsional chileno, para explicarme que si me cambiaba a la AFP, a fin de mes tendría un reajuste del 10% de mi sueldo. En aquel tiempo pertenecía a la Caja de Empleados Particulares y me descontaban del sueldo como el 25%, y como el nuevo fondo de pensiones solo requería el 15%, la diferencia del 10% constituía un aumento de sueldo. (Del 15% a pagar al nuevo sistema de pensiones, 10% eran para el Fondo de Pensiones propiamente tal, y 5% eran para el seguro de invalidez y sobrevivencia, si mal no recuerdo). Y bueno, ¿Quién podría rechazar un aumento del 10% del sueldo? Cuando le pregunté más detalles, el agente me dijo, que ese aumento del 10% del sueldo era para siempre, no era por seis meses, no era por un año, no era por tres años, era para siempre. Visto de otra manera, me cambiaba al nuevo sistema previsional, y empezaba a recibir de inmediato, una pensión equivalente al 10% de mi sueldo.

 

El sistema es virtuoso, pero el anzuelo lo mató. Si no hubiese existido ese anzuelo, el aumento del 10% del sueldo o anticipo de pensión equivalente al 10% del sueldo, probablemente muy pocas personas se habrían cambiado. En el gancho estuvo la falla. Ese aumento de sueldo o anticipo de pensión, debería haber sido por seis meses o, a lo más un año. Si la gente, hubiese cotizado el 20% de su sueldo para el Fondo de Pensiones, (como lo hacía antes) las pensiones de hoy serían el doble, es decir, en promedio de unos $ 340.000. (El promedio actual es de $ 170.000.) Hay que recordar, que poco tiempo después, es decir, a partir del año 1983 todo nuevo trabajador era incorporado automáticamente al nuevo sistema de pensiones. Todas las personas que ingresaron al nuevo sistema previsional en mayo de 1981 y que han trabajado ininterrumpidamente hasta hoy, han recibido y disfrutado una pensión equivalente al 10% de su sueldo, lo que no es en absoluto despreciable.

 

Bueno, para enfrentar las bajas pensiones que está generando el sistema, hay que terminar de inmediato el anticipo de pensión que disfrutan millones de trabajadores, es decir, cuantos antes hay que empezar a cotizar el 20% del sueldo como era antes, será doloroso, pero no hay otra solución. La gente que marketeo el nuevo sistema de pensiones, hizo muy mal su pega, el incentivo del aumento de sueldo o anticipo de pensión, fue genial, pero debería haber sido por un tiempo corto, la gente igual se habría cambiado, ¿quién habría rechazado una pensión equivalente al 10% del sueldo por seis meses o un año? Para ejemplificar lo que digo, les cuento que me cambié de proveedor de televisión, teléfono e Internet, pagaba $ 45.000 por el trío, y otra empresa me ofreció lo mismo, pero por $ 33.500, pero solo por un año, no para siempre. ¿Cómo no hubo un Chicago boy o un cuesco Cabrera, que dijera, oye, no puedes otorgar este incentivo para siempre? ¿Cómo nadie dedujo, que si el sistema antiguo de reparto estaba quebrado con el 20% de cotización, no iba fracasar este con solo el 10% del sueldo? Bueno, los remedios más amargos, son los que sanan, así que, ha cotizar el 20% a partir de ahora ya.

 

Ahora, propongo que cotizar el 20% del sueldo sea voluntario. Los trabajadores ya saben que cotizando el 10% del sueldo obtienen una tasa de reemplazo del 30%, es decir, reciben en promedio una pensión equivalente al 30% del sueldo, así que, si cotizan el 20%, recibirán en promedio un 60% del sueldo, es decir, casi el 70% que ofrecía el nuevo sistema al principio. También propongo que el nuevo 10% del sueldo a cotizar voluntariamente, no valla a las AFP, sino que el Estado cree de nuevo con este dinero, un fondo con el criterio del sistema de reparto, el que inyectado con la generosidad propia de los gobiernos, pueda llegar a conceder pensiones equivalentes al 100% del sueldo. Este fondo será parecido al Actual Fondo de Cesantía, que se alimenta del Estado, de los trabajadores y de los empleadores. De esta manera, todos quedarán felices, el sistema de privado queda intacto, se restaura el sistema de reparto a cargo del Estado, y los trabajadores que se incorporen voluntariamente, recibirán una mayor pensión. Pero no cometamos el error del año 1981, a partir de cierta fecha, todo nuevo trabajador cotizará el 20% de su sueldo para su pensión de vejez; el 10% será para la AFP que elija, y el 10% para el Fondo Estatal de reparto.

 

Para ayudar al millón de pensionados con el treinta del sueldo, deben concurrir el Estado y sobretodo las AFP, porque ambos son culpables de la mala situación que les afecta, las Administradora de Fondos de Pensiones nunca debieron anticipar para siempre una pensión equivalente al 10% del sueldo a los que se afiliaran al sistema, habrían tenido el mismo éxito, si el anticipo de pensión hubiera sido por un año. El Estado es responsable porque esta situación debería haberla previsto a partir del mismo año 1990 y haber repuesto el 20% de cotización. El Estado debe entender que este millón con bajas pensiones no es responsable de su mala situación, ellos simplemente aceptaron lo que les ofrecieron, por lo tanto, el Estado debe hacerse cargo de sus errores y repararlos, si no saben como hacerlo, los administradores del Estado deben dar un paso al costado, y dejar a otros más capaces. El Estado debe saber que este millón con malas pensiones, son todos padres y madres, a los que hay que honrar para tener larga vida sobre la tierra. Jesús dijo: “Vosotros invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre.” Marcos 7: 11 - 13

 

Este sistema privado de pensiones chileno es virtuoso, porque es una las principales causas del crecimiento económico del país. Es virtuoso porque nos permite ser un país económicamente poderoso, ¿Qué país tiene un fondo de 230 mil millones de dólares? ¿Cómo les gustaría a nuestros vecinos, del otro lado de la nieve, del otro lado de la línea, del otro lado de río, tener siquiera el 10% de estas reservas? El sistema privado de pensiones es virtuoso para nuestra Patria porque la tiene firme, vean como están quebrados el resto de los países del mundo, reflexione en la situación española con seis millones de cesantes, en la situación francesa que ya no podrá mantener las actuales edades para jubilar. No es conveniente eliminar el sistema previsional chileno como lo proponen los candidatos presidenciales de la izquierda, porque el modelo cubano, venezolano y coreano que quieren implantar solo provoca miseria, hambre, pobreza y subdesarrollo. El modelo de desarrollo chileno es virtuoso, porque produce crecimiento económico, porque produce empleos, y millones de chilenos trabajando y cotizando el 20% de sus sueldos, más el aporte de un Estado inspirado en los valores cristianos que tiene como objetivo fijo eliminar la pobreza, logrará que en el futuro, todos los pensionados vivan conformes, tranquilos y satisfechos, con todo el tiempo del mundo para servir al Señor.