El AVC herirá de muerte al MATRIMONIO
Diputado Joaquín Godoy y diputada Karla Rubilar lideran iniciativa progresista

Diputado Joaquín Godoy de Valparaíso Diputada Rubilar de Conchalí, Huechuraba y Renca
El proyecto de ley denominado Acuerdo de Vida en Común que presentó cuando era senador y que ahora promueve como ministro de Defensa don Andrés Allamand, tiene exclusivamente como objetivo legalizar la convivencia de las parejas homosexuales. De aprobarse esta iniciativa progresista, el matrimonio entre un hombre y una mujer, solemnemente respetado por los chilenos a través de la historia y consagrado en el artículo 102 del Código Civil, sufrirá una herida letal y el trayecto para su desaparición será muy corto. La médula del Acuerdo de Vida en Común, que es el reconocimiento que hay convivencias entre hombres o entre mujeres la traspasará, es decir, más temprano que tarde, el matrimonio chileno será simplemente entre dos personas, hombre con hombre, mujer con mujer y como era antiguamente, también entre un hombre y una mujer. De porque el Acuerdo de Vida en Común es exclusivamente para favorecer a las parejas homosexuales, porque para las parejas de convivientes heterosexuales está la Ley de Matrimonio Civil. Si se separaron y están con una pareja nueva, pueden divorciarse gratuitamente si demuestran que son pobres, para casarse con su pareja actual. Esto es lo que hacen todos los chilenos y chilenas que verdaderamente están enamorados y aman a su segunda pareja, porque la ley lo permite y la Corporación de Asistencia Judicial los asesora generosamente. Estas parejas saben bien que existe la solución y que está al alcance de ellos, así que no han pedido ni necesitan el AVC. El tema es que gran parte de las parejas de convivientes heterosexuales son solteros y están en esta situación, porque así lo quieren, algunas piensan en el matrimonio para cuando se titulen, para cuando cumplan los treinta años, para cuando tengan un trabajo mejor remunerado, para cuando tengan casa propia y automóvil. Estas parejas no han pedido AVC y tampoco lo necesitan. El objetivo exclusivo del AVC es favorecer con la legalización a las parejas homosexuales
Los entusiastas y ardientes promotores del AVC, el diputado Joaquín Godoy de Valparaíso y la diputada Karla Rubilar de Conchalí, Huechuraba y Renca, han logrado reclutar, según informa la prensa, a otros dos diputados de Renovación nacional, la señorita Marcela Sabat de la comuna de Ñuñoa y Providencia y el diputado Pedro Browne de la comuna de Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y San Miguel. Ellos cuatro, alineados con todos los diputados de la Concertación y del Partido Comunista, que son esencial, intrínseca y naturalmente progresistas, harán mayoría en la Cámara, por lo tanto el proyecto será aprobado, sin indicaciones, si el gobierno lo envía como ellos lo están exigiendo, es decir, con inscripción en el Registro Civil y no en la Notaría. Esta victoria, los progresistas la celebrarán con champagne en las dependencias del Congreso Nacional. Con ella, harán felices al 3 % de los chilenos, según el porcentaje dado por el sociólogo y escritor de la televisión. Como todavía hay un poco de tiempo previo, y como un parlamentario antes de votar, debe tener toda la información posible a su alcance para evaluar debidamente las ventajas y desventajas de apoyar determinados proyectos de ley o de acuerdo, hacemos saber al diputado Godoy de Valparaíso y a la diputada Rubilar de Ñuñoa y Providencia, que con la aprobación del AVC no solo enterrarán una lanza en el costado de la sagrada institución del matrimonio diseñado por Dios, también herirán profundamente a los millones de chilenos que amamos a Dios y respetamos sus instituciones sagradas como el matrimonio, la iglesia y la escuela. Aunque no será necesario, porque todos saben muy bien lo que harán para las próximas elecciones de diputados, de todos modos prometo, enviar este artículo al correo electrónico de cada pastor evangélico que hay en las comunas que ellos representan, con la debida anticipación, para que los ministros del Señor lo reenvíen a cada uno de los cientos de miles de evangélicos que hay.
¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. (Exodo 34: 6 y 7)