Progresismo tensiona a la Concertación

Los progresistas somos una fuerza creciente, dice ME-O

 

 

A un grado de tensión máxima ha llegado la Concertación de Partidos por la Democracia que gobernó el país por veinte años, hoy en la oposición. La causa visible está en la Democracia Cristiana, que se niega a ampliar la coalición para incluir a todos los que se oponen al gobierno del presidente Piñera. Aclara estar dispuesta a construir acuerdos electorales, pero rechaza tajantemente el establecimiento de pactos programáticos. Sin embargo, la verdadera causa está en la pasión y en el empecinamiento que líderes del PS, PPD y PRSD tienen con el progresismo, doctrina que la DC comparte, pero solo en su proyección económica, no axiológica. La Democracia Cristiana o una buena parte de ella rechaza el progresismo en su aplicación axiológica. Por su parte, líderes de estos tres partidos, además, están convencidos que la mayoría de los chilenos favorecen el progresismo en lo axiológico. En resumen, el dilema que está que rompe a la Concertación, es el progresismo axiológico. Ahora, ¿Qué es el progresismo axiológico? ¿El p. a. está en línea con las Escrituras, o es contrario a la Palabra de Dios? ¿En que nos afecta como evangélicos, el progresismo axiológico?

 

El progresismo es un proyecto societal, de decir, es una propuesta para la organización y el funcionamiento de un país. En lo político pretende la laicización de la institucionalidad, en lo económico puja por mayor regulación y control de la actividad por parte del Estado y en lo axiológico (valórico) defiende y promueve expresiones asociadas al liberalismo, entre otras. Laicismo, estatismo y liberalismo son los términos que mejor describen al progresismo. Por ahora, pasaremos por alto las definiciones y ejemplos de Laicismo y Estatismo para detenernos en el liberalismo. El liberalismo consiste en defender nuevos tipos de libertades, como las ligadas a la identidad y actividad sexual, esto se traduce en reconocer y conceder derechos a los homosexuales para legalizar sus convivencias, para contraer matrimonio y para adoptar niños. Reconoce y concede el derecho a terminar con el embarazo, no solo por razones terapéuticas, sino a todo evento y hasta varias semanas después de la concepción. Introduce en la administración de la salud, un nuevo estatuto de derechos para los pacientes que incluye “la muerte digna”, es decir, la eutanasia.

 

 

Los progresistas chilenos, a diferencia de la DC, creen que la mayoría de los chilenos son progresistas. Esto nos demuestra que el progresismo es irreflexivo y que nada los detendrá en su intento de lograr, a como de lugar, que en Chile haya matrimonio homosexual (del tipo argentino), aborto (del tipo español) y eutanasia (del tipo holandés). Es decir, no les importa que Chile se transforme en una Sodoma y Gomorra, esas dos ciudades que el Señor Jehová Dios, destruyó a causa de sus pecados. Dicho sea de paso, los progresistas son ateos, rechazan la existencia de Dios, de modo que no les importan los mandamientos, las advertencias, los castigos, las promesas y las bendiciones que el Señor tiene para su pueblo. No hay una pizca de temor a Dios en sus corazones. No hay un ápice de amor a Dios en sus almas. A ellos se les ha predicado el evangelio de Cristo, se les ha hablado del reino de Dios, se les ha invitado a la iglesia, se les ha regalado la Biblia, han participado con nosotros en muchas reuniones, pero concientemente han rechazado todo lo que sea de Dios. Para ellos, la Biblia es un libro cualquiera, lleno de contradicciones, fábulas y mentiras.

 

Las Escrituras señalan que la homosexualidad, el aborto y la eutanasia son pecados delante de Dios y que el pecado es la afrenta de las naciones. El profeta Joel, el mismo que anunció el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, cuya profecía se cumplió el día de Pentecostés, y en otras muchas ocasiones, como en el año 1909 en la calle Azusa de Los Angeles California y en la calle Olivar de Valparaíso Chile, anunció que las naciones serán juzgadas al retorno de Jesucristo (3:1,2 y 12). Las naciones deberán dar cuenta por sus acciones contrarias a Dios. La situación de Chile, sus gobernantes, sus habitantes, su territorio, sus leyes, su desarrollo, nos deben importar, no solamente por el juicio a las naciones que profetiza Joel, sino por la revelación dada por Dios que se expresó en la profecía que entregó el obispo Manuel Umaña Salinas, en cuanto a que Chile será para Cristo. Esta profecía nos compromete a trabajar, no solo por la salvación de Chile en el juicio de las naciones, sino para que ahora mismo, sea una nación cristiana, con gobernantes creyentes, con habitantes temerosos de Dios, con leyes justas en consonancia con las Escrituras, con un alto desarrollo económico que permita eliminar la pobreza. Debemos trabajar para que nuestro país sea conocido en el mundo como la República Cristiana de Chile, diferente a las Repúblicas Bolivarianas del continente

 

Amados obispos, amados pastores y pastoras de las iglesias evangélicas de todo Chile, enseñemos a los hermanos nuevos de la iglesia, lo qué es el progresismo, quienes son los progresistas en el país, y cuáles son los objetivos del progresismo, sobretodo, para que en las próximas elecciones municipales y presidenciales, ningún voto evangélico valla para los progresistas.

 

Source:

http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=451199

http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=451261

http://www.lasegunda.com/Noticias/Politica/2010/12/607180/Girardi-lanza-referente-con-duras-criticas-y-tensiona-a-la-Concertacion