Comunicado de Prensa
El Consejo de Obispos y Pastores Evangélicos de Chile y la Unión de Iglesias Evangélicas de Chile (UNIECH), ante la publicación aparecida en el diario El Mercurio de Santiago, del domingo 29 de noviembre, en la que se anuncia que se ordenará al pueblo evangélico que vote nulo en las elecciones presidenciales del domingo 13 de diciembre próximo, declara lo siguiente:
Ninguna persona u organización, vinculada o no a la Iglesia Evangélica Chilena, puede atribuirse la representación de los evangélicos de Chile y mucho menos llamar a votar nulo.
La Iglesia Evangélica Chilena entiende que cada persona es legalmente libre en nuestro país para decidir o proceder de acuerdo a su conciencia y a su soberana voluntad. Al ejercer su legítimo derecho a sufragio por lo que reconocemos que el voto es un acto secreto, libre informando y sin presión alguna.
De la misma manera, no corresponde a la Iglesia asumir posiciones respecto de los diversos planteamientos de quienes postulan a la Presidencia de la Nación. Los evangélicos ya han escuchado en sus templos a los candidatos y ahora sólo les corresponde que voten en conciencia.
Lo que si podemos expresar, es que una vez que el pueblo haya hecho su decisión en las urnas, sólo corresponde a todos los evangélicos, sin excepción, orar porque Dios siga acompañando a quienes asumirán los destinos de la Patria. La Biblia dice en palabras del Apóstol Pablo, en la Primera Epístola a Timoteo, capitulo 2, versículos 1 al 3, “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador.”
Por lo anteriormente expuesto rechazamos categóricamente todo intento de influir en la conciencia de los fieles pasando a llevar el derecho que le corresponde a cada uno de ellos.
Santiago, 30 de noviembre 2009
Comentarios del director
La iglesia y sus posiciones
Todos los evangélicos de Chile debemos dar gracias a Dios por la Declaración de los Obispos y Pastores Evangélicos emitida en conjunto con la Unión de Iglesias Evangélicas de Chile, porque vino a tranquilizarnos después de estar casi un mes muy inquietos debido al nerviosismo que sentíamos al acercase la fecha señalada para que el Obispo Emiliano Soto pronunciara el nombre del candidato presidencial que mejor nos representaría en La Moneda. Si él decía Frei, que era lo más probable, me confundiría porque sabemos el afán de promover el “progresismo” que tienen los partidos del conglomerado que lo apoyan. Si decía Arrate, estaba decidido a no obedecerle, pues se trata de una persona que no oculta su ateismo y sus posiciones “progresistas” y laicistas, y porque postula apoyado por el Partido Comunista cuya filosofía difiere radicalmente de mi fe religiosa cristiana. Si decía Enriquez-Omunami lo habría considerado turbado, ya que este candidato promueve desde la legalización de la marihuana hasta el matrimonio homosexual, pasando por el aborto y la eutanasia. Sinceramente creo, que en ningún caso hubiera sugerido a Piñera, ya que de lejos se percibe la sensibilidad concertacionista del obispo.
En todo caso, cuando el Obispo Emiliano Soto informó que debido a los planteamientos que estaban haciendo los candidatos, estaba evaluando llamar para anular el voto, le encontré razón, porque era necesario que se conociera nuestra indignación frente a la exaltación televisiva de la homosexualidad. En cuanto a la Declaración hecha por el Movimiento Isacar que los evangélicos anularían el voto, la tomé con respeto, porque reconozco y valoro la lucha que ha dado el hermano Oscar Cáceres en contra del proyecto de ley antidiscriminación. Esta claro que el segundo párrafo de la Declaración del Consejo y de la Uniech, está dirigido a estos dos liderazgos.
No obstante todo el respeto y afecto que siento por el Consejo y la Uniech, no puedo ser infiel a lo que mi conciencia ministerial me ordena decir en cuanto al párrafo tres. Afirmar que a la Iglesia no le corresponde asumir posiciones respecto de los diversos planteamientos de quienes postulan a la Presidencia de la Nación y que los evangélicos ya han escuchado en sus templos a los candidatos, me parece complicado. Empecemos por los segundo, no es cierto que los evangélicos han escuchado en sus templos a los candidatos, en nuestro país hay al menos catorce mil templos evangélicos, y además de ir a la Catedral no creo que los candidatos hayan visitado dos o tres más. Ahora, si un candidato visitara un templo ¿le daríamos el púlpito para que hiciera sus planteamientos programáticos? ¿No son nuestros templos para que oremos, cantemos y escuchemos el mensaje?
En cuanto al tema de las posiciones, la iglesia tiene el deber de asumirlas. Si no lo hace, el Hades prevalecerá contra ella. Jesús alabó la posición de Pedro y la estableció como roca para la edificación de la iglesia, en detrimento de las otras posiciones. La iglesia es la sal de la tierra y la luz del mundo. Estimados obispos y pastores, la iglesia tiene el deber de asumir una posición contraría a la manipulación genética, al aborto, a la eugenesia, al matrimonio homosexual y a la eutanasia y todo el mundo debe conocerlas, así como todos están conociendo vuestra posición en cuanto a las personas y organizaciones que se atribuyen la representación de los evangélicos chilenos. Dado que tomar pociones es algo inherente a la vida misma que nadie podría desconocer, siento en mi corazón lo siguiente: Los obispos y pastores lo que quisieron decir en el párrafo tres fue que la Iglesia Evangélica chilena no podía proclamar públicamente su adhesión a una candidatura y en este sentido tienen toda la razón, ya que si así lo hiciera se sabría de inmediato el nombre del Presidente de Chile y después si ese presidente “hace lo malo antes los ojos de Jehová” la iglesia sería corresponsable. Tienen toda la razón, es mejor que sea Dios quien levante al hombre que El quiera para gobernar a nuestro amado país. Dios bendiga a nuestros obispos, pastores e iglesias evangélicas de Chile