Bolivia + Irán: Drones, armas y entrenamiento
Cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa

 

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Sabemos que las relaciones internacionales no son materias de interés social, tampoco del afán político, entre nosotros los chilenos, a diferencia de otros países donde pueden llegar a determinar una elección presidencial, como sucede en los Estados Unidos de América, sin embargo para este Centro de Estudios son del máximo interés, y vemos como otras organizaciones de inspiración ideológica evangélica se están uniendo en esta preocupación, así que más arriba a leer muy reflexivamente este comentario y hacerlo sin ningún temor, porque lo que decimos no es desinformación, a diferencia de las declaraciones sobre drones, que hemos leído en estos días,

Fue en el año 2012 cuando Mahmud Ahmadinejad Presidente de la República Islámica de Irán visitó Bolivia y junto a su par Evo Morales extendieron sus manos para firmar un Pacto de Defensa mutua, algo así como Tratado de Asistencia Militar Recíproca, que facilitó la venta de armas y traspaso de tecnología militar, en un momento en que las tensiones con nuestro país estaban muy tirantes a raíz de las pretensiones marítimas. Esa ceremonia de hace 11 años atrás, la denunciamos publicando un artículo, señalando que la amenaza nuclear iraní en contra del Estado de Israel y de los Estados Unidos, se fortalecerá a Chile.

En este contexto, las declaraciones del canciller Van Klaveren sobre el interés de Bolivia de comprar drones iranies, para vigilar y proteger sus fronteras con Chile e impedir el contrabando y del narcotráfico, constituyendo desinformación, porque el acuerdo boliviano irán es parte de un Pacto Militar , que incluye la venta de armas, la transferencia de tecnología y el entrenamiento de personal militar. Bolivia no ha aceptado de corazón el fallo de La Haya sobre su mediterraneidad y aunque su Constitución no les permite el uso de las armas para acceder soberanamente al mar, sus mandos militares saben que la guerra es la única opción, una Segunda Guerra del Pacífico, pero esta vez aliados con una fuerza nuclear. Es fácil imaginar esto.

El gobierno de Chile debería considerar el historial de las relaciones de Bolivia con la República Islámica de Irán y conocer en profundidad el acuerdo militar entre ambos, y considerar que las implicancias van mucho más allá de la frontera terrestre, que llegan hasta el mar. Nuestra opinión, es que se debería llamar al embajador iraní y representarle la preocupación, y el paso siguiente apunta a disuadir a la Alianza Bolivia-iraní, de pensarlo dos voces, antes de echar andar los motores, pero esto no sería todo, indudablemente hay que preparar para lo peor. Una política responsable sería conversar con el Estado de Israel, que vive amenazado por la república islámica, para que nos oriente y nos enseñe a lidiar con las persas.