La caída contemporánea del Imperio romano
De nuevo los barbaros impiden la extensión territorial

 

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La caída del Imperio romano se fija en el año 476, y los historiadores señalan que la presión de los barbaros, fue el factor determinante del colapso, también dicen que con este hecho parte la Edad Media, que dura unos mil años, que sigue la Edad Moderna y que ahora, a partir de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América en el año 1776 vivimos en la Edad Contemporánea. Sin embargo, los teólogos evangélicos, a partir del avivamiento pentecostal de principios del siglo XX, empezaron a enseñar que el Imperio romano sería restaurado, hecho histórico que ocurrió a partir del término de la Segunda Guerra Mundial y que se concretó formalmente el primero de noviembre del año 1993, con el surgimiento de la Unión Europea.

La Unión Europea, para nosotros el Imperio Romano restaurado, fue un proyecto político y económico virtuoso, surgido para fortalecer la paz y la seguridad al término de la Gran Guerra  devastó sus países, para contribuir a la solidaridad y el respeto mutuo entre los pueblos, el comercio libre y justo, erradicar la pobreza y proteger los derechos humanos, sin embargo, con los años devino en un conglomerado, que sinergió todas sus fuerzas para reivindicar, institucionalizar y deificar culturalmente el estilo de vida de esos cincuenta mil “disidentes” que fueron masacrados por los nazis en los hornos de exterminio de los campos de concentración, algunos historiadores denuncian que fueron más de 200 mil los homosexuales asesinados. La agenda LGTB se ha transformado en el modus vivendi, en el leitmotiv de la Unión, para imponer en el mundo entero, y para ello cuentan la NATO.

Esta política la ha relevado como el valor máximo de la comunidad y sujetan a ella la legislación de los 27 miembros, y cuando algunos de ellos como los polacos, rumanos, los húngaros, establecen sus propias  instituciones, los amenazan con severas sanciones financieras y con expulsiones deshonrosas. El ejemplo impresionante está en Hungría, la prensa internacional señala: “La última ley de Hungría contra la homosexualidad parece haber colmado la paciencia de los líderes europeos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha sido el más duro, hasta el punto de sugerir que Hungría debería seguir el camino del Reino Unido, si no se siente cómoda con los valores del club. Victor Orban se ha topado en la cumbre europea con un inusitado frente común de 17 países que le acusan de violar las normas europeas contra la discriminación y de estigmatizar a las personas homosexuales con sus políticas sesgadas contra esa orientación sexual”.

Los líderes de la OCI, los jerarcas chinos y sobre todo el mandamás de la Federación Rusa se oponen al mundo unipolar que quiere imponer la NATO en representación de la UE, y en el caso de este último, y después de varios años usando la retórica, ha decidido pasar a la etapa pragmática para defender la soberanía axiológica de su pueblo, de pronto pienso que influyó la reprensión que le hiciera el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que Rusia legalizara el matrimonio entre personas del mismo sexo. ¡Qué tamaño tiene la soberbia y la prepotencia europea! El canciller ruso y su homólogo chino, acaba de sostener: “El mundo está pasando por una etapa importante en la historia de las relaciones internacionales, al final de la cual la situación global debe aclararse considerablemente. Avanzaremos junto a ustedes, junto a otras naciones con ideas afines, hacia un orden mundial multipolar, justo y democrático".