Propaganda homosexual de las FFAA afectará el reclutamiento
Campaña desincentiva a la juventud evangélica. Presentaciones mediaticas tienen que hacerse para reconocer acciones heroicas en el campo de batalla, descubrimientos científicos que solucionen problemas a la humanidad

 

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Hace pocos días atrás una resolución de la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago condenó al Estado a indemnizar a nueve ex soldados sobrevivientes de la tragedia de Antuco. La tragedia de Antuco, es la segunda mayor catástrofe del ejército chileno en tiempos de paz considerando el número de fallecidos. La tragedia de Antuco ocasionó la muerte de 45 soldados chilenos el año 2005. Ese año, cerca de 400 jóvenes conscriptos ingresaron al Regimiento Reforzado Nº 17 ubicado en la ciudad de Los Ángeles, con el fin de cumplir el servicio militar obligatorio. La mayoría de los conscriptos, eran jóvenes de escasos recursos que se presentaron voluntariamente, con el deseo de hacer carrera en el Ejército. El día 17 de mayo del 2005 de la tragedia, la zona fue afectada por un frente de mal tiempo, que provocó una nevazón que hizo descender la temperatura a menos de 10 grados bajo cero. A pesar del mal tiempo y la falta del uniforme apropiado, los soldados fueron llevados a marchar. Ese día murieron congelados 45 soldados. Más de la mitad de los jóvenes soldados muertos eran evangélicos.

 

Un porcentaje importante de los miembros activos de las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas profesan la religión evangélica, se estima que en promedio constituyen el 20%, en el Ejército es el 25%, en la Fuerza Aérea el 18%, en la Armada el 12%, en Carabineros el 25%. Las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas atraen bastante a los jóvenes y señoritas de la iglesia Evangélica y los pastores siempre ven con muy buenos ojos este interés y apoyan con todo a los jóvenes para que postulen y logren incorporarse a algunas de las ramas. Es muy atractivo y emocionante para la juventud evangélica soñar con defender la Patria, y con trabajar en una institución uniformada, en ellas ven estabilidad, seguridad, la posibilidad de desarrollarse profesionalmente y contar con muchos beneficios. Los evangélicos que forman parte de las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas son gente seria, responsable y muy útil en la Iglesia. Un porcentaje importante de los actuales pastores evangélicos fueron marinos, militares, aviadores y carabineros. Se trata de ministros del Señor, retirados de sus funciones, que siguen juntándose con sus colegas y recordando y amando a su Institución todos los días de su vida.

 

Siento que esta simbiosis, religión evangélica y fuerzas armadas y de orden chilenas, tan profunda, tan productiva y tan necesaria para el desarrollo del país, puede alterarse dolorosamente para la nación. Lo confieso con mucha tristeza, la propaganda homosexual que surge de los encuentros, acuerdos y compromisos que se hacen entre el mando y los movimientos homosexuales y lésbicos, la están debilitando mortalmente. Ahora, si el mando estima que puede nutrirse del personal que necesitan, llenando las vacantes con gente del mundo homosexual y lésbico, entonces pueden seguir adelante autorizando para que funcionarios activos, anuncien mediaticamente sus opciones sexuales, acciones que a juicio nuestro, no contribuyen en nada a fortalecer el patriotismo, y que a nadie le importan, excepto a los promotores de estas conductas. Si por el contrario, las Instituciones uniformadas quieren seguir atrayendo las insuperables cualidades personales y los fecundos talentos de los jóvenes y señoritas evangélicos, tienen que reorientar y reformular sus campañas de admisión.