Ex Concertación o Nueva mayoría presenta
Programa de gobierno para formar una sociedad antirreligiosa y anticristiana
Los evangélicos no debemos votar por ella
El Programa de Gobierno de Michele Bachelet propone transformar a la chilena en una sociedad anticristiana. Los evangélicos no pueden votar por ella, porque nosotros oramos y trabajamos para que Chile sea un país cristiano. A continuación transcribo los párrafos del Programa de Gobierno de Michele Bachelet y subrayo las frases, que evidencian la inspiración satánica que hay detrás de estas propuestas.
Un mejor Estado para un nuevo ciclo del país Página 11
“La concreción de las principales medidas de este programa requiere de más y mejor Estado. Chile necesita de un Estado moderno que impulse el desarrollo, que asegure condiciones de competencia y vele por el acceso, la calidad y la satisfacción de los servicios públicos que entrega a los ciudadanos. Un Estado innovador, eficiente, que entrega soluciones oportunas y en el que prevalezcan el buen trato y la transparencia. Este programa se hace cargo de la necesidad de avanzar con decisión en la modernización del Estado. Junto con responder con más agilidad a los ciudadanos y a las nuevas exigencia de emprendimiento económico y productividad, se requiere incorporar a las y los mejores profesionales y técnicos al servicio público, que crean y valoren la importancia de una atención de calidad a los chilenos y chilenas. El gobierno de la Nueva Mayoría tendrá una profunda vocación de servicio público y será un gobierno que no olvidará nunca que su centro son las personas y ellas su mandante. Será un gobierno con una participación ciudadana efectiva.
Estado Laico. Página 34
La Nueva Constitución, junto con reafirmar la separación entre el Estado y las Iglesias, y la neutralidad del Estado frente a la religión, con el pleno respeto por las creencias religiosas y éticas de las personas, y la práctica del culto; garantizará la igualdad entre las distintas confesiones religiosas. Asimismo, deberán suprimirse de la ley y de las reglamentaciones relativas a poderes del Estado toda referencia a juramentos, libros o símbolos de índole religiosa.
Contenidos Básicos de una Nueva Constitución Política. Página 30
En lo que respecta a los contenidos que debieran considerarse en la Nueva Constitución que Chile necesita y que chilenas y chilenos nos merecemos, y entendiendo que esa definición le corresponderá al Pueblo en su conjunto, quisiéramos, sin embargo, adelantar los que consideramos los pilares fundamentales sobre los cuales debiera edificarse la Nueva Constitución y que desde el Gobierno impulsaremos.
Derechos Humanos. Página 30
La Nueva Constitución debe asumir un compromiso categórico con el reconocimiento y la protección de los derechos humanos; mínimo ético universal en que los pueblos civilizados basan sus formas de convivencia.
La Carta Fundamental debe reconocer el máximo valor a los principios y convenciones internacionales que reconocen los derechos de la persona humana. Es deber de los órganos del Estado respetar, promover y asegurar, en todos sus niveles de protección, el pleno ejercicio de los derechos humanos, propendiendo a su progresividad, expansividad y óptima realización posible.
La Nueva Constitución, fruto de la confluencia de las tradiciones liberal, democrática y social requiere de un completo y equilibrado catálogo de derechos, deberes y garantías que plasme los derechos establecidos en los principios, declaraciones y convenciones internacionales de derechos humanos; reconociendo explícitamente que ellos constituyen limitaciones a la soberanía.
La Nueva Constitución Política debiera basarse por consiguiente en los valores de la dignidad de la persona; de la libertad, de la igualdad y de la solidaridad; estableciendo en plenitud un sistema democrático que reconozca el pluralismo propio de las sociedades democráticas modernas y, con ello, la autonomía moral de las personas y su libre desarrollo de la personalidad.
El catálogo de derechos que debe reconocer la nueva Constitución Política deberá sustentarse básicamente en el desarrollo de las normas y principios consagrados en las declaraciones y convenciones de derechos humanos establecidos en el ámbito internacional.
En particular, el desarrollo de este catálogo debiera contener, básicamente, los siguientes aspectos: Derecho a la identidad, a la intimidad, a la imagen, al honor, y a los derechos sexuales y reproductivos. La Nueva Constitución debe garantizar el derecho a la identidad, a la intimidad personal, a la propia imagen, al honor y al nombre; declarando inviolables el domicilio y las comunicaciones de todo tipo, salvo por orden o resolución judicial.
Se deberá reconocer también el derecho a la identidad sexual,la orientación sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las personas.
Estado Laico.
La Nueva Constitución, junto con reafirmar la separación entre el Estado y las Iglesias, y la neutralidad del Estado frente a la religión, con el pleno respeto por las creencias religiosas y éticas de las personas, y la práctica del culto; garantizará la igualdad entre las distintas confesiones religiosas. Asimismo, deberán suprimirse de la ley y de las reglamentaciones relativas a poderes del Estado toda referencia a juramentos, libros o símbolos de índole religiosa.
Justicia
El Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), propuesto por el actual gobierno, es insuficiente y no constituye un mecanismo de solución “integral” a los problemas de las uniones heterosexuales y homosexuales. Por ello, para las parejas que no optan por el matrimonio propiciaremos una regulación alternativa, que otorgue derechos y protección integral a los convivientes en sus relaciones mutuas personales y patrimoniales. Sin perjuicio de esto, como lo establecemos en el capítulo de Igualdad y no Discriminación, convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley de matrimonio igualitario.
Igualdad y no discriminación. Página 186
Un país más inclusivo y menos desigual es un país que valora la diversidad, promoviendo y garantizando la igualdad de derechos de todos y todas. Construir el Chile de Todos es impensable sin un compromiso irrestricto con la erradicación de toda forma de discriminación ya sea por motivos de raza o etnia, nacionalidad, situación socioeconómica, lengua, ideología u opinión política, religión o creencia, sindicación o participación en organizaciones gremiales, sexo, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, enfermedad, estado civil, edad, filiación o apariencia personal.
En materia legislativa, promoveremos una reforma a la Ley 20.609, de no discriminación, respondiendo a la demanda transversal de las organizaciones de la sociedad civil que intervinieron en su tramitación, de tal modo que no quede reducida simplemente a la consagración de una acción judicial, sino que se establezca el deber para el Estado de elaborar políticas públicas contra la discriminación, acciones afirmativas a favor de los grupos históricamente discriminados y medidas de reparación.
Junto a ello, evaluaremos una iniciativa en contra de la incitación al odio, que contemple todas las categorías establecidas en la actual ley de no discriminación. Impulsaremos las reformas legislativas que garanticen el respeto pleno de los derechos de las personas que forman parte de la Diversidad Sexual y de Género, en el marco de los tratados internacionales suscritos por nuestro país, incluyendo:
Matrimonio igualitario:
Convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley en esta materia.
Ley de identidad de género:
Las personas transgénero son probablemente uno de los grupos que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad en nuestra sociedad. A raíz de la discordancia entre su nombre legal y su identidad de género, tienen barreras de acceso básicas al mundo laboral, siendo víctimas de situaciones de discriminación y vulneración de derechos fundamentales. Promoveremos la tramitación de la ley de identidad de género, que se encuentra en trámite, respondiendo a la necesidad de consagrar legalmente el derecho a la identidad de género, y estableciendo un procedimiento judicial, de acuerdo a normas internacionales suscritas por nuestro país, que permita a las personas trans adecuar su nombre y sexo registral de acuerdo a su propia identidad de género. Por vía administrativa garantizaremos el acceso a los programas sociales de todos los tipos de familia. Desarrollaremos un programa educativo a nivel nacional de formación y prevención de toda forma de discriminación, elaborado e implementado de manera participativa con representantes de la sociedad civil, conteniendo estrategias de prevención, promoción y protección de los derechos humanos en su conjunto.
Comentarios al programa de gobierno
La candidata MB dice que para desarrollar su programa de gobierno es fundamental construir un Estado fuerte y explica que ese Estado debe ser Laico. Muchos evangélicos se confunden con la palabra laico, pero sepan que laico significa apartado y antagónico a la religión, es decir, al cristianismo. El Programa de Gobierno explica que el Estado debe estar separado de las Iglesias. Esta es la primera vez que escriben iglesias, con una ese al final, siempre se dijo Iglesia, porque se refería a la Iglesia Católica, pero ahora cuando usan la ese al final, es porque están incluyendo a la Iglesia Evangélica. El miércoles 30 de Octubre recién pasado estuve con centenares de otros pastores en el Palacio de La moneda celebrando el Día Nacional de la Iglesia, con MB eso no sucederá más. El Estado laico que promete, también suprimirá los juramentos, es decir, expulsarán a Dios de las ceremonias públicas. Cuando promete suprimir libros y símbolos se refieren a la Santa Biblia y a la Cruz. Como estás propuestas no se aplican abruptamente, el gobierno de MB, desarrollará una campaña nacional para desprestigiar y denigrar la biblia y el símbolo de la cruz, con el propósito de lograr que los chilenos y chilenas los lleguen a repudiar, ya que prometen que “será una gobierno con una participación ciudadana efectiva.”
En cuanto a legalizar el matrimonio homosexual, promete “convocar a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley de matrimonio igualitario.” Esta es la frase más engañosa del Programa de Gobierno, y se lo explicaré, en nuestro país ya se ha debatido hasta la saciedad el matrimonio homosexual y las iglesias, católica y evangélicas lo han rechazado, y también lo ha hecho la sociedad en general, ya que las encuestas informan que la mayoría de los chilenos y chilenas también rechazan el matrimonio homosexual. ¿Entonces que quieren decir cuando hablan de convocar a un debate abierto con participación amplia? Lo que esta frase significa, es lo mismo con respecto a la supresión de la biblia y la cruz, es decir, el gobierno de MB iniciará una campaña intensa, por todos los medios de comunicación social, para promover el matrimonio homosexual, la que en la práctica servirá para desprestigiar y denigrar el matrimonio tradicional y normal entre un hombre y una mujer. Ahora, mi estimado pastor y lector de este website, le digo más, la campaña para destruir el matrimonio ya empezó hace mucho tiempo, pauteada por Gramsci, con la profusión de la pornografía, con la hiper sexualización de la cultura y con la exaltación de la homosexualidad. En los próximos meses, se estrenarán sendas telenovelas con tramas homosexuales, y a los que las critiquen le darán con todo.
La estrategia para que las campañas contra la biblia, contra la cruz y contra el matrimonio tradicional y normal tengan éxito, está especificada en la página 30 del Programa de Gobierno y a la letra dice así: “La Carta Fundamental debe reconocer el máximo valor a los principios y convencionesinternacionales que reconocen los derechos de la persona humana. Es deber de los órganos del Estado respetar, promover y asegurar, en todos sus niveles de protección, el pleno ejercicio de los derechos humanos, propendiendo a su progresividad, expansividad y óptima realización posible. El catálogo de derechos que debe reconocer la nueva Constitución Política deberá sustentarse básicamente en el desarrollo de las normas y principios consagrados en las declaraciones y convenciones de derechos humanos establecidos en el ámbito internacional.” Es decir, el gobierno dirá que estas supresiones, la de la biblia y la cruz en la administración y reparticiones del Estado, y la legalización del matrimonio homosexual, deben hacerse, porque están consagradas en las Convenciones Internacionales, a las cuales el país no puede oponerse. Al gobierno de MB, no le importará que la soberanía nacional sea pisoteda, y se apresurará a estampar estas leyes anticristianas en nuestra institucionalidad.
Estimado pastor, estimados hermanos, si la exConcertación o Nueva Mayoría como le llaman ahora, con su candidata Michele Bachelet llegan al gobierno, se activará una potente operación orientada a demoler los valores y principios de la fe cristiana, y esta, inevitablemente redundará en una persecución contra la Iglesia Evangélica, ensañándose contra las pastores que predican la biblia. Esta persecución ya está sucediendo en Europa y en Canadá, donde se aplican estas leyes desde hace unos diez años atrás . Así que, este es el momento para impedir que nuestro país caiga en estas redes de maldad internacional. Si nos quedamos en casa el próximo domingo diecisiete y esta gente con su programa de gobierno llegan a La Moneda, habrá poco que hacer después. La oportunidad para actuar es ahora y Dios ha puesto en nuestras manos la herramienta para paralizar esta arremetida de las tinieblas, la herramienta es el voto. Si no tomamos conciencia de esto, seremos responsables de hacer fracasar la profecía que Chile Será Para Cristo. Un evangélico, una evangélica no puede votar por MB, y esta sentencia, hay que transmitirla a cada uno de nuestros hermanos y hermanas, en cada iglesia del país. También tenemos que compartirla con todas nuestras amistades y difundirla por todos nuestros medios de comunicación propios, porque este programa de gobierno, perjudicará a todas las chilenas y chilenos.