El bullying presidencial entraña
como una persecución religiosa
Instigación, así se llama a la acción planificada deliberadamente para crear el ambiente que justifique la aplicación de bullying, asesinato de imagen o lisa y llanamente de persecución. Nosotros creemos que este tipo de instigación esta en marcha contra el Estado de Israel, con el objetivo que la opinión mundial celebre o por lo menos asienta, cuando misiles nucleares iraníes, armas químicas sirias, diatribas venezolanas o verborreas bolivianas, destruyan o dañen al pueblo judío.
Este tipo de instigación la estamos palpando en el país, al ver como los medios de comunicación social, prácticamente como en cadena, en transmisiones interminables, exhibían a borbotones cientos de imágenes y contaban miles de historias para recordar los hechos “deleznables” ocurridos hace 40 años atrás, ese “fatídico” martes 11 de septiembre de 1973. Esta ensordecedora campaña para criminalizar a los que lucharon contra la Unidad Popular, paralela a la indisimulada pretensión de deificar la figura Salvador Allende con una metralleta en la mano, así lo demuestra.
Y la instigación continúa, ahora por la obra de las más altas autoridades políticas, que utilizan todos los recursos disponibles para elevar hasta el firmamento la idea que el resultado del plebiscito del miércoles 5 de octubre del año 1988, donde el No ganó con el 55.99 % de los votos y el Si obtuvo el 44.01 %, fue un acto, algo así como de “justicia divina” logrado por verdaderos Hércules de la democracia, que en un arranque de valentía infinita no pudieron seguir soportando un día más la tiranía implacable del gobierno militar.
Escribo estas líneas como una oración a Dios, pero también como haciendo una solicitud a cualquier organismo humanitario del mundo, para que pueda ayudarnos. Siento que esta instigación, prepara el ambiente para desatar una persecución política y religiosa en contra de todos aquellos que vivimos en el país entre los años 1973 al año 1990. Siento que el bullying presidencial en contra de los que votaron por el Si en el plebiscito, ya es como una persecución religiosa.
Lo digo claramente, durante los 17 años del gobierno militar, nunca sentí que viviera bajo una dictadura, Es cierto, puede ser así por el hecho que siempre me dedique a estudiar, trabajar y servir a Dios en mi iglesia. El plebiscito del año 1988, lo vi como parte del proceso de aplicación de la nueva institucionalidad política, entendía que si ganaba el Si, el gobierno militar se extendería por otros ocho años, y que si ganaba el No, en un año más habría elecciones presidenciales y parlamentarias. Encontraba muy interesante la propuesta, y la gente debería escoger lo que quisiera. Ganó el No, bien, la vida continúa y hay que echarle para adelante.
Pido respeto, su excelencia dijo que sería “Presidente de todos los chilenos”, es decir, yo entendí que sería el Presidente de los que votaron por el No, que según dice, fue su opción, pero también entendí que sería el Presidente de los que votaron por el Si, un 44.01 % de los chilenos, es decir, casi la mitad de la población. Es bueno que sepan todos, que en el caso mío como evangélico, el bullying por haber votado de determinada manera, entraña como una persecución religiosa, mi Señor Jesús dijo: “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. (Mateo 5:37). Creo que los que votaron No, y los que votaron Si, no cometieron ningún error, fue lo que les dictó su conciencia.