El único movimiento social genuino e históricamente
relevante del país, nunca ha pedido una nueva Constitución
Ateismo, laicismo, aborto terapéutico, matrimonio homosexual, eutanasia,
pilares para la nueva Constitución
Ellos piden nueva Constitución ¿conoce alguno?
Advierten que “la exigen los ciudadanos en las calles y los movimientos sociales”, un miembro del equipo de Bachelet aclara que “el problema constitucional tendrá que resolverse por las buenas o por las malas”. Con estas y otras sentencias y amenazas parecidas, unos cuantos desubicados están saturando el ambiente político y social, de cara a las elecciones primarias del 30 de junio, y con la mirada esperanzada, en las elecciones presidenciales del domingo 17 de noviembre próximo, creyendo que la gente se desvela por cambiar la Constitución. Las encuestas de opinión indican que a los chilenos les preocupa la delincuencia, la educación y la salud. La Constitución Política no es un problema, no es una preocupación, no es una prioridad para la gente, así que los únicos que exigen otra Constitución, son los parlamentarios de la Concertación, son los líderes de los partidos de la Oposición, son los miembros del comando de la candidatura de MB, y ahora, estas más de 160 personalidades, como las cataloga el diario La Segunda.
Desde el punto de vista evangélico, hay que resaltar dos elementos supremos que estuvieron presentes en la generación de nuestra Constitución Política, el primero: Cuando la Comisión Ortúzar empezó a redactar el proyecto constitucional, estableció entre las bases filosóficas del texto que; “La doctrina marxista encierra un concepto del hombre y la sociedad que lesiona la dignidad espiritual del ser humano y atenta en contra de los valores libertarios y cristianos que son parte de la tradición nacional” (Sesión 2ª). Por lo tanto la nueva Constitución se construirá sobre “el concepto filosófico del hombre y la sociedad, basado en los principios de la civilización cristiana” (Sesión 10ª). En la 22ª Sesión se decía que “En el primer párrafo del documento, se afirma que la estructura constitucional descansará en la concepción humanista y cristiana del hombre y de la sociedad” El segundo elemento que a los evangélicos nos une a la Constitución Política, tiene que ver con la promulgación. Una vez aprobada la Constitución por el 67,04% de los chilenos mayores de 18 años, esta fue promulgada “Invocando el Nombre de Dios Todopoderoso”
No obstante los dos buenos elementos destacados, lo que si han pedido y piden los líderes evangélicos, es una reforma constitucional tendiente a incluir en el texto, que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Esta especificación, marcada en el artículo 102 del Código Civil, estaba en la mente de los miembros de la Comisión Ortúzar, ellos se inspiraban en la concepción cristiana del hombre y la sociedad, y ciertamente está presente en la Constitución Política, pero los líderes evangélicos estiman que la reforma que propician, fortalecerá la institución de la familia.
La nueva Constitución Política que exigen algunos, no se fundamentará en los principios cristianos como la actual, y no consagrará el tipo de familia que nosotros proponemos, y no incluirá ninguna referencia al matrimonio entre un hombre y una mujer. Será una Constitución Progresista, es decir, permitirá el aborto terapéutico, el matrimonio homosexual y la eutanasia. Coartará la iniciativa personal para generar empresas y negocios y le asignará al Estado la planificación y la producción. En la nueva Constitución pretenderán eliminar la educación particular y la salud privada, con lo que generalizarán la mala calidad de la educación. Hay que tener claro, que los que exigen otra Constitución, no creen en el modelo económico vigente, y quieren cambiarlo por uno parecido al cubano y al bolivariano, donde prima el desabastecimiento, la corrupción y la delincuencia en Venezuela.
La defensa de la Constitución Política la hacemos, porque percibimos el agnosticismo, el laicismo y el estatismo que impulsa a los detractores del texto fundamental. Con la Constitución Política Progresista que ellos quieren armar, nuestro país se aleja de la profecía “Chile Será Para Cristo”