Todos tienen derecho a soñar y a postular
Nosotros tenemos la obligación de evaluar para descartar y asentir
1ª Samuel 16: 7
Dada la envergadura de las atribuciones especiales que la Constitución Política de Chile le otorga al Presidente de la República, entre las cuales están; a) Concurrir a la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, sancionarlas y promulgarlas, b) Nombrar y remover a su voluntad a los ministros de Estado, subsecretarios, intendentes y gobernadores, c) Designar a los embajadores y ministros diplomáticos, y a representantes ante organismos internacionales, d) Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos internacionales, y llevar a cabo las negociaciones; para concluir, firmar y ratificar los tratados que estime convenientes para los intereses del país, los evangélicos del ministerio Chile Cristiano entendemos que la construcción de la sociedad cristiana que proponemos y promovemos para el país, está esencialmente en las capacidades ejecutivas del Jefe de Estado, y como además de lo anterior, sabemos por la historia reciente que un Presidente puede hundir o levantar al país, sentimos que tenemos la obligación ineludible e intransferible de evaluar públicamente a los candidatos, para descartar a los peligrosos y apoyar la carrera de los promisorios.
Los parámetros evangélicos para aplicar a los candidatos presidenciales tienen que ver en primer término con la posiciones valóricas, es decir, ¿son agnósticos o creyentes?, ¿Que opinan del matrimonio, del aborto, de la eutanasia, de las drogas? En segundo lugar, medimos si tienen afanes laicistas, es decir, ¿que lugar le asignan a la religión cristiana en la vida política personal y nacional?, ¿mencionan a Dios en sus discursos?, ¿consideran a Dios en sus propuestas?, o, a todo lo que pretenden hacer, le ponen el apellido “laico”, por ejemplo: Estado laico, Constitución laica, educación laica. (Laico significa apartar a Dios y a la religión cristiana de la vida política y social y empujarlo a la intimidad de las personas). En tercer lugar, escuchamos atentamente la visión que tienen de la política internacional, partiendo por cuestiones básicas; ¿A quien admiran? ¿Con que bloque ideológico se alinean; progresistas, bolivarianos, etc.? ¿Odian a los norteamericanos, como lo hace Hugo Chávez, Evo Morales? ¿Son antisemitas?, es decir, ¿Odian a los judíos, como lo hacen Hugo Chávez, Evo Morales? En último lugar evaluamos las propuestas económicas, es decir, ¿Quieren más Estado o más Mercado? ¿Quieren redes de protección o rampas de promoción para los pobres?.
Aplicados nuestros parámetros evangélicos a todas las señoras y señores candidatos presidenciales chilenos para el periodo 2014 – 2018, descartamos a Bachelet, Golborne, Gómez, Allamand, Rincón, Velasco, Parisi, Enriquez-Ominami, Jocelyn-Holt y asentimos a Longueira y Orrego. Los nueve descartados favorecen el matrimonio homosexual y esta posición los pone inmediatamente en la vereda del frente. Los dos restantes, dicen que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, esta opinión de ellos, los acerca a nosotros, sin embargo, estimamos que el Señor Orrego no podrá sostener por mucho tiempo su posición, toda vez que la propia juventud de su Partido ya optó por el matrimonio gay y toda la Coalición Política que está detrás suyo también. En el caso del señor Longueira, tenemos una sola duda, ¿Por qué lideró una movida antisemita el año anterior, para presionar al Canciller Moreno, con el objetivo que nuestro país reconociera unilateralmente al Estado Palestino? ¿No estima el señor Longueira que dicho Estado debería surgir de una negociación bilateral con el Estado de Israel? ¿Si fuera Presidente de Chile, que otra arremetida antisemita emprenderá? ¿Desconoce el señor Longueira lo que significa el Estado de Israel para un evangélico?.
Cierto, estamos muy complicados con el tema presidencial. Lamentamos profundamente que en nuestro país no haya reelección presidencial. El Presidente Sebastián Piñera Echeñique, es creyente, menciona a Dios en sus discursos, cree y declara enfáticamente que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Lo puso en juego todo para rechazar el aborto y no favorece la eutanasia. No tiene afanes laicistas y en el mes de marzo del año 2011 viajó a Israel, y desde la ciudad de Jerusalén, anuncio el inicio de conversaciones con dicho Estado, tendientes a suscribir un Tratado de Libre Comercio con Israel, es decir, nuestro Presidente no odia a los judíos, no es antisemita. Además de todas estas virtudes, rescató al país de los efectos devastadores del terremoto, ha elevado increíblemente la economía del país, que ha dado trabajo a más de setecientos mil chilenos y acaba de recuperar la capacidad para derrotar la pobreza extrema. Nosotros, queremos ser los primeros en reconocer y destacar sus cualidades personales, alabar a Dios por la prosperidad del país y en pedirle que vuelva a postular a la presidencia en el año 2018. Señores candidatos presidenciales chilenos, estamos buscando un Presidente para el periodo 2014 – 2018, Por si a alguno le interesa, ahora ya conocen nuestras pretensiones y paradigma.
Con este manifiesto presidencial, parte la campaña evangélica del ministerio Chile Cristiano, para salvar a nuestro país del agnosticismo, del progresismo, del laicismo, del antisemitismo y del estatismo. Nos esforzaremos a mil, para lograr socializar entre los millones de evangélicos chilenos, la importancia de recordar para contribuir, al cumplimiento del mensaje profético del obispo Manuel Umaña Salinas donde proclama que “Chile Será Para Cristo”, es decir, que Chile será un país cristiano.