Movimiento estudiantil es anticristiano
Se quejan de la segregación y ellos quieren segregar a Jesucristo.
Filipenses 3: 18 y 19


Este movimiento no es estudiantil, y no tiene el apoyo del ochenta por ciento de las familias chilenas. Lo primero lo dijo el dirigente de la confech y líder de la izquierda autónoma don Gabriel Boris en “Tolerancia Cero”, lo segundo, lo afirmamos nosotros, los evangélicos del ministerio Chile Cristiano, por una razón muy poderosa, porque este movimiento estudiantil es anticristiano. Se quejan de la segregación y ellos quieren segregar a Jesucristo. Educación2020, la Confech, la Cones y la Aces piden lo mismo: Segregar a Jesucristo de la educación. Léalo usted mismo aquí y confírmelo en la fuente; Educacion2020 pide en el cuarto punto de su manifiesto: “Porque Chile tiene el deber de garantizar la existencia de proyectos, que no respondan a intereses particulares –ideológicos o religiosos- y que no discriminen a ningún niño a partir de estos intereses”. (http://www.educacionpublicaahora.cl/actua.html). La Confech, la Cones y la Aces exigen en su pliego que “el nuevo Sistema Nacional de Educación, debe ser público, gratuito, autónomo, democrático, pluralista, intercultural y de excelencia, y que debe ser autónomo, democrático y pluralista, para preservar el proceso educativo de todo interés particular, ya sea de carácter partidista, religioso o económico, así como para formar profesionales y técnicos con conciencia crítica y formación integral y contribuir así a la construcción de ciudadanía”. (http://fech.cl/5-exigencias-fundamentales-para-un-nuevo-sistema-educacional/)

 

Como todos saben muy bien y el resultado del censo 2012 lo confirmará pronto, la religión de la inmensa mayoría de los chilenos es la cristiana, en su vertiente católica, evangélica y ortodoxa, de modo que cuando se exige que la educación chilena no responda a intereses religiosos y que debe ser autónoma de todo interés particular de carácter religioso, el movimiento estudiantil está exigiendo la eliminación del cristianismo, ¿Hay alguna otra religión en Chile?, y como el cristianismo se funda en la persona de Jesús, lo que este movimiento quiere, es expulsar a Jesucristo de la educación chilena. Ellos quieren echar fuera al Señor Jesús de los jardines infantiles, de las escuelas y de los liceos, así como lo han dejado fuera de la mayoría de las universidades del Cruch, ¿Ha escuchado usted mencionar a Jesús en alguna clase universitaria, en alguna declaración de los centros de alumnos, en alguna exposición de los académicos o de los rectores? Y como este movimiento estudiantil, “no es gremial, no es corporativo, este movimiento estudiantil es político, es revolucionario, porque quiere cambiar las bases estructurales del sistema político y social chileno” (Lo dijo Boric en la televisión), lo que pretenden al final, es eliminar a Jesucristo de la cultura, para construir una sociedad atea, del tipo Cubana, norcoreana y de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.


¿Por qué ese empeño, ese afán, esa obsesión de esta gente, por matar a nuestro Señor Jesucristo? ¿Cómo no pueden apreciar y valorar lo que nuestro Señor Jesucristo hizo durante su ministerio terrenal al sanar a los diez leprosos, al ciego de nacimiento, al paralítico? ¿Cómo no pueden asombrarse con Jesucristo multiplicando el pan y los peces, reprendiendo al viento y calmando la tempestad? ¿Cómo no pueden maravillarse con Jesucristo, al resucitar a la niña de doce años, al ver salir a Lázaro de la tumba? Y, ¿cómo no pueden impactarse con sus palabras; Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque este muerto vivirá. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id y haced discípulos a todas las naciones. Es cierto, que estas cosas las hizo Jesús para los judíos en la tierra de Israel, pero, y ¿lo que Jesucristo hace en Chile, ahora mismo? ¿Cómo? ¡No saben lo que nuestro Señor Jesucristo está haciendo ahora mismo en nuestro país! Visiten las cárceles, los hospitales, los centros de rehabilitación, las iglesias y vean por si mismos, cómo, delincuentes, reos, drogadictos, alcohólicos, están siendo transformados en ciudadanos honestos, trabajadores, patriotas, y, no estamos hablando de un par de casos, son millones los chilenos, que pueden contar los milagros que nuestro Señor Jesucristo ha hecho por ellos y por sus familias. ¡Muéstrenme un Proyecto Educativo de ustedes los anticristianos, una universidad, un colegio, un programa de estudios, que transforme a un delincuente y drogadicto en un predicador, en un ciudadano, en un trabajador, en un patriota, como lo hace normalmente la iglesia evangélica chilena!


Por lo tanto, estudiantes revolucionarios anticristianos, no cuenten con nosotros ni con nuestras familias evangélicas, no estamos de acuerdo con sus manifiestos ni con sus cartas, y tampoco con sus marchas, nos desagradan sus bailes y sus lienzos, nos irritan sus encapuchados y repudiamos el vandalismo de ellos. Nosotros seguiremos haciendo la escuela bíblica dominical, seguiremos dictando cursos bíblicos cada semana, seguiremos operando nuestro institutos y seminarios teológicos, seguiremos fundando decenas de colegios cristianos en todo el país, seguiremos presentando programas de estudios de religión para su aprobación al mineduc, seguiremos negociando con el gobierno, para que en cada escuela y liceo municipal se hagan las clases de religión, que son obligatorias y forman parte integral de la Matriz Curricular Básica y Media y aprovecharemos todas las oportunidades, para que los profesores evangélicos asuman las horas que las Corporaciones Municipales de Educación y los Daem permitan, y en poco tiempo más, estaremos fundando nuestras primeras universidades evangélicas. Y más allá de todo esto, el sistema de educacional que nosotros queremos construir en nuestro país es muy distinto al de ustedes que es anticristiano, nosotros estableceremos que el hombre creado por Dios, será la base antropológica, que el evangelio de Jesucristo será la base filosófica y que la historia del pueblo de Israel y de la iglesia cristiana, será la base sociológica del currículum escolar chileno.