Congreso de la juventud demócrata cristiana
acuerda apoyar el matrimonio homosexual

Vocación de mayoría, vocación de gobierno (senador Walker)

y vocación de apostasía (pastor Torres)
1ª Timoteo 4: 1

 


http://fernandourcullo-ilustraciondigital.blogspot.com/2008_11_01_archive.html

Cómo se alejó la DC del tiempo cuando “un grupo de católicos chilenos adheridos a la estricta observancia de las normas eclesiásticas” se propusieron organizar un partido “inspirado en los valores permanentes de la filosofía cristiana, para crear un mundo nuevo, incorporando al pueblo a la estructura orgánica del país: “la familia, el vecindario, la municipalidad, el sindicato, la región y la empresa”. (Párrafos sacados del libro: “El pensamiento del Democracia Cristiana” escrito por Eduardo Dockendorff, Jaime Hales y Antonio Viñes, bajo la dirección del camarada Gustavo Lagos y durante la presidencia de Renán Fuentealba M. -Don Gustavo Lagos fue director del Departamento de Capacitación Doctrinaria- Este libro fue impreso en los Talleres Gráficos Corporación Ltda. Santiago de Chile. Marzo 1973)

La apostasía empezó cuando los senadores demócratas cristianos expresaron su apoyo al proyecto de ley “contra la discriminación”, expresaron su apoyo al proyecto de ley “Acuerdo de Vida en Pareja”, continuó cuando el senador Walker, presidente del partido expresó: Los nueve senadores de la DC estamos de acuerdo en que no es aborto la acción dirigida a salvar la vida de la madre a consecuencia de la cual se produce la interrupción del embarazo”. En 1989 la Junta Militar derogó el artículo 119 del Código Sanitario que, desde 1931, permitía la interrupción del embarazo con fines terapéuticos… Cinco senadores del PDC hemos presentado una indicación sustitutiva al proyecto del senador Camilo Escalona, que repone el antiguo artículo 119, derogado por la Junta Militar en 1989, pero con una modificación sustantiva: en vez de hablar de interrupción del embarazo "con fines terapéuticos", lo que alude no sólo a la vida de la madre sino a su salud, lo que incluye no sólo la salud física sino la salud psicológica, creemos que dicha interrupción sólo puede tener lugar cuando está en riesgo la vida de la madre. En estricto rigor, sostenemos que esa acción ni siquiera es constitutiva de aborto. Algunos de nosotros somos partidarios también de despenalizar (no legalizar) el aborto en caso de violación de la madre.” La apostasía demócrata cristiana alcanza su climax, ahora con el apoyo ideológico y programático que da su juventud al matrimonio homosexual. Decimos, sin empacho, apostasía, porque la Iglesia Católica, a la cual ellos adherían con estricta observancia, se opone a estas iniciativas legales. Con la misma claridad, destacamos que hay senadores, diputados y ciertamente mucha base partidaria, que sigue fiel a los fundamentos religiosos, que dieron vida a la colectividad política.

¿Qué fuerte se siente todavía el manifiesto partidario esculpido en piedra, el año 1964: “incorporar al pueblo a la estructura orgánica del país, la familia…”? ¿Que tipo de familia tenían en la mente esos padres fundadores? ¿Cómo y por qué pusieron a la familia, como el objetivo primordial de su quehacer social y político? ¿Qué tipo de sociedad aspiraban construir, al establecer la familia como la piedra angular del edificio, y a la empresa como la última? La Democracia Cristiana, en menos de cincuenta años, como dicen los políticos, borra con el codo lo que escribió con la mano, como dice el apóstol Juan a la iglesia de Efeso: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. (Apocalipsis 2:4)

Jóvenes demócratas cristianos, el calificativo cristiano fue puesto por la gente de la ciudad de Antioquia a los discípulos de Jesús (Hechos 11:26), al ver las poderosas obras que hacían. La gente los veía como pequeños Cristos, los veía como una extensión de Cristo, los veía también como ungidos de Dios. Como un acto de mínima consecuencia, lo correcto sería que ustedes renunciaran al calificativo de “cristianos” y adoptaran el calificativo que corresponde a vuestra nueva situación política, “jóvenes demócratas progresistas”.

Bueno, jóvenes demócratas progresistas, para ustedes no será difícil entender, que vuestra decisión, no solo los aleja de la fe de vuestros padres fundadores, no solo, los aparta de la iglesia católica, también los separa electoralmente de nosotros los evangélicos.