Obispo mediático usa el Día Nacional de la Iglesia Evangélica
para criticar, en vez de predicar

En su día, evangélicos de Quilpue ocupan espacios públicos para promover la Tesis 96

 

   

 

Una amarga sensación malogró el gozo y la ilusión con que muchos evangélicos se levantaron para vivir y participar en las distintas actividades programadas para celebrar el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes. Al igual que muchos pastores evangélicos, prendí mi computador para leer, aunque sea los titulares de las noticias del día antes de salir, y allí estaba, en las portadas de www.emol.com, y de www.lanacion.cl, el obispo Emiliano Soto, pero no para agradecer a Dios por ser el único país del mundo que disfruta de esta concesión social, pero no para felicitar a los evangélicos en su día, pero no para entregar un mensaje de salvación a los chilenos que no reconocen a Jesús como Salvador, estaba allí con una ácida critica al presidente Sebastián Piñera. Digo ácida crítica, porque decir que los evangélicos son desplazados, a contrario sensu de los católicos, es una acusación añeja. Fue válida, pero hasta hace veinte años atrás, hoy ningún evangélico medianamente informado, puede desconocer la fluida y cada vez más concordante relación existente entre las autoridades políticas y evangélicas, baste recordar la reciente y aplaudida entrevista del ministro Larroulet con los obispos y pastores, esa que fue tan criticada por el movilh, debido a que el ministro señaló, que el gobierno de Chile no apoya el aborto, el matrimonio homosexual, ni la eutanasia. Es evidente que el obispo Soto, tampoco está al tanto de las frecuentes reuniones entre las autoridades políticas y las dirigencias de las Unidades, Consejos, Concilios y Redes pastorales comunales, provinciales y regionales del país, como la que recientemente tuvo la alcaldesa Virginia Reginato de Viña del Mar, en la que trató de manera tan fina y distinguida a los pastores, atendiéndolos nada menos que en el Salón Ballroom del Casino de la ciudad jardín.

 

El obispo mediático critica al presidente Piñera por no incluir a evangélicos entre los asesores de la presidencia y de las distintas carteras de su gobierno, para la formulación de las políticas públicas. Por no incluir a evangélicos en las comisiones técnicas que preparan los proyectos de ley. Esta segunda crítica del obispo Soto se puede calificar desde burda hasta irracional, por lo tanto es de suyo injustificada. Reflexionemos objetivamente en los alcances de la pretensión de Soto. ¿El obispo Soto tiene anotados en su carpeta el nombre de profesionales evangélicos; juristas, antropólogos, sociólogos, cientistas políticos, psicólogos sociales, ingenieros electorales?, o ¿esta pensando que él puede ser asesor del Presidente, asesor del Ministro de Hacienda, asesor del Ministro de Educación, asesor del ministro de Mideplan?, esto sin mencionar las carteras de economía, minería, obras públicas, relaciones exteriores, etc. ¿El obispo tiene organizados a los profesionales evangélicos en un departamento de investigación y estudios? ¿Con cuánta periodicidad se reúnen? ¿Tiene definidas áreas de trabajo académico? ¿En que políticas públicas se especializan? ¿Qué proyectos de ley han formulado? ¿Visitan el Congreso regularmente? ¿Asisten a las comisiones? ¿A que parlamentarios le entregan sus paper o dossier? Si el obispo no cuenta con un staff de evangélicos profesionales. ¿Tal vez cuenta con el apoyo de algún centro de estudios, de algún think tank, de alguna facultad universitaria? ¿Tiene el obispo alguna relación con Chilecristiano el primer think tank evangélico chileno www.chilecristiano.cl, o con el Centro de Estudios Evangélicos www.estudiosevangelicos.org?

 

El obispo acusa expresamente al presidente Piñera de excluir a los evangélicos del debate de los temas relacionados con la educación y la pobreza. Le pregunto al obispo y sobretodo a los lectores: ¿cómo puede el Presidente excluir a una persona o a un colectivo para impedirles debatir? ¿Puede el Presidente prohibir que los evangélicos debatan? ¿Puede el Presidente prohibir la conformación de comisiones, la realización de seminarios y la organización de un simposio de profesionales evangélicos para debatir los temas de educación y pobreza? ¿Puede el Presidente ordenar a nic.chile que rechace todas las solicitudes evangélicas para la creación de website que informen y promuevan sus ponencias sobre educación y pobreza? ¿Puede el Presidente decretar para que no circulen periódicos evangélicos, para que no trasmitan radios evangélicas, para que no se emitan señales de televisión evangélica? ¿Qué infantil y a la vez perniciosa la acusación del obispo? ¿Y acusar al Presidente aprovechando la cobertura periodística por el Día Nacional de la Iglesia Evangélica? Estimado obispo Soto, medite en la educación chilena, reflexione sobre la pobreza en el país, escriba sus ponencias, publíquelas en las revistas y periódicos cristianos, difúndalas por las radios evangélicas y explíquelas a través de las pantallas de la televisión evangélica. Estimado obispo reúna a otros pastores, invite a profesionales evangélicos y organice un seminario que debata sobre educación y pobreza, conclúyalo con una Declaración, evacue informes, presente gráficos, construya un power point y a continuación pídale una entrevista al Señor Lavín (Pobreza), y al Señor Bulnes (Educación) y con la humildad característica de un pastor evangélico les entrega los resultados, ¡hágase acompañar por los medios de comunicación evangélicos! Paralelo a la entrega, utilice todos los medios a su alcance, para difundir a la opinión pública, sus propuestas evangélicas sobre educación y pobreza.

 

Chilecristiano no adhiere a las críticas del obispo Soto. Chilecristiano estima que el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, debe usarse para predicar, agradecer, bendecir y felicitar, y no para criticar, menos de manera tan irreflexiva, destructiva, caprichosa y maliciosa.