Netanyahu: la legitimidad del Estado de Israel bajo ataque
“Nos encontramos bajo repetidos ataques contra la legitimidad del Estado (de Israel)”.
“Sabemos que cuestionan nuestra existencia, porque ciertos elementos – no solo los organizadores de la flotilla – están diciendo: regresen a Polonia y Marruecos. Se produce en momentos de rabia. Lo que nos están diciendo, básicamente, es – desmantelen la empresa sionista”.
“Una coalición maldita se esta formando, mas que nada en la última década, con el apogeo del islam radical y la extraña cooperación de la izquierda radical, especialmente en Europa. Esta cooperación se concentra en una única cosa: la continua existencia del Estado de Israel”.
“Creo que los ataques sobre nosotros son solo la primera etapa”,
“Creo que odian al mundo libre en general. Pero en el momento, el foco de ese mundo, que tanto odian, es el Estado de Israel. Y es por eso que estamos viendo una ola que crece. Empieza en Europa, emergiendo desde lo políticamente correcto, usando sectores significantes de los medios y, lentamente, se esparce y conquista también a los gobiernos”.
Comentarios del director
Coincido absolutamente con las expresiones del primer ministro de Israel Biniamín Netanyahu, pronunciadas recientemente en la Knéset (Congreso de su país). El Islam radical odia a Israel y arde de impaciencia por destruirlo y este diabólico afán está siendo extrañamente apoyado por la izquierda europea.
El Islam radical tiene impregnada la idea que el Estado de Israel no puede existir, no tiene derecho a existir, por lo que deben destruirlo perentoriamente. Este es el aliento que les da vida y su primer objetivo existencial, el segundo no es muy diferente, calcinar a Norteamérica, el tercero consiste en imponer al mundo la teocracia talibana. Para alcanzar estos objetivos están dispuestos a detonar una mochila con explosivos; en una escuela, un bus escolar, un supermercado, una estación del metro. Lanzan cohetes, miles de ellos a sectores residenciales, industriales. Estrellar aviones y hasta dirigir una bomba nuclear al corazón de Tel Aviv y de Washington. La inerrancia de estos objetivos hace extraña la generosa cooperación de la izquierda, aunque para algunos tal vez no lo sea.
Para mi como evangélico, es sorprendente y muy inquietante ver a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, países de la orbita bolivariana, cómo adhieren, se alinean con el Islam radical y arremeten contra Israel, rompiendo las relaciones bilaterales, humillando y expulsando a los embajadores, hasta el grado de vociferar amargas maldiciones contra dicho Estado. Dios ayude y sostenga a los evangélicos de esos países, que aman a Israel.
Es triste para mi como evangélico, ver a Brasil tenderle la mano al gobierno de la República Islámica de Irán, recibir con los brazos abiertos a sus líderes y embarcarse en actividades internacionales para facilitarle tiempo, que usarán en la consecución de sus objetivos nucleares, conociendo de primera mano, las amenazas de destruir a Israel, que ha gritado insistentemente el presidente iraní.
Y fue muy triste ver a mi país, correr y apresurarse a condenar a Israel en lo tocante a la detención de la “flotilla de la libertad” sin darse tiempo para reflexionar, para esperar a conocer los antecedentes, considerar los factores, sabiendo que el gobierno no reacciona exactamente a las bengalas de la izquierda. Me pregunto si el actual gobierno de Chile asumirá la misma postura contraria al Estado de Israel, practicada por los gobiernos anteriores. Las noticias internacionales informan de varias nuevas flotillas, ¿en cada caso el gobierno de Chile correrá a condenar a Israel? ¿Si alguna embarcación “humanitaria” logra romper el cerco e introduce un arma nuclear iraní, que disparada de la Franja destruye millones de vidas judías, el gobierno de Chile, se acordará que condenó a Israel por tratar de impedirlo? Si en el futuro, el conflicto mapuche del sur chileno, para fregar al gobierno de derecha que hay en Chile, fuera exacerbado por la izquierda europea y se organizaran flotillas humanitarias, ¿les permitirá el paso, o enviará a nuestra Armada a exaltar la soberanía? ¿No actuará exactamente igual como lo hizo el Tzáhal?
Señor Jesucristo, que juzgarás a las naciones del mundo por el trato que le dan a sus hermanos más pequeños los judíos, le ruego que el bolivarianismo jamás ingrese a Chile mi país, le ruego que impida a la Cancillería chilena emular a la brasileña y otorgue sabiduría a las autoridades nacionales para actuar reflexivamente, especialmente en estas situaciones en que hay involucradas armas nucleares y terroristas, que juran destruir a su amado pueblo Israel.